La pregunta del millón. ¡El abuelo del riego tiene la respuesta!
Según su funcionamiento
Se clasifican en tres tipos principalmente:
Según su medio filtrante
Aquí nos encontramos con una gran variedad auqnue voy a hablar únicamente de los más extendidos en el riego:
Filtros combinados. Aunque existen de varios tipos, en el riego nos encontramos principalmente los filtros de circulación continua, que no es otra cosa que un filtro de malla combinado con un hidrociclón en el mismo cuerpo. Son la solución ideal para ahorrar espacio y dinero. Además los integran con un programador sencillo y una electroválvula para automatizar las principales limpiezas del equipo.
¿Qué es un filtro de riego?
El agua contiene impurezas de todo tipo y aunque los emisores (aspersores, difusores, nebulizadores, goteros) son capaces de permitir el paso de la gran mayoría, debemos proteger nuestra instalación para alargar la vida útil de los elementos en contacto con el fluido.
El filtro de riego te permite contener una parte importante de estas impurezas por lo que se convierte en uno de los elementos imprescindibles en cualquier instalación.
Se basa en el uso de capas de distintos materiales dependiendo del tipo de filtro que retienen de manera mecánica partículas en suspensión contenidas en el agua.
La capacidad de un filtro viene dada por la superficie filtrante neta disponible. Esto es simplemente la cantidad de superficie real que constructivamente tienen para atrapar las impurezas del agua de riego.
Podemos encontrar conexiones de grandes dimensiones en filtros que tienen muy poca superficie filtrante y al contrario. Por ello es importante documentarse correctamente y contactar con el abuelo del riego para que te ayude a elegir correctamente.
¿Qué afecta a los emisores?
En esta entrada voy a referenciar los filtros de riego respecto a los emisores, principalmente difusores y aspersores, goteros tanto pinchados como integrado y los nebulizadores.
Dependiendo del tipo de emisor, debemos tener en cuenta los grados de filtración recomendados por los fabricantes.
No es lo mismo regar con aspersores de 200 l/h que con un nebulizador de 5 l/h que además debe de pulverizar las gotas con un tamaño diminuto:
Evidentemente siempre deberemos de atender a las recomendaciones que realice cada fabricante para su producto y a nuestra experiencia en campo.
El agua contiene 3 tipos de impurezas de manera general que afectan a los emisores:
Impurezas mecánicas
Este tipo de impurezas es donde incluyo realmente los que no es posible deshacer de manera química de forma sencilla dentro de un cabezal de riego.
Un filtro de riego es capaz de recoger la gran mayoría de las partículas en suspensión.
Entre ellas incluyo arenas, arcillas, limos, conchas de moluscos, espinas y partes de pescados y otros elementos que seríamos capaces de recoger con las manos, para que nos entendamos.
Impurezas químicas
El agua para riego realmente es una disolución de varios elementos entre los que se encuentran sales de todo tipo.
Estas sales dependiendo de la proporción y de los componentes que la forman pueden llegar a ser un problema importante, más aún en contacto con otros productos químicos que aportamos para que las plantas puedan crecer o incluso con la acción del clima ya que cuando más calor hace, ya que precipitan en nuestros goteros dejando un rastro blanco y llegando a obturarlos por completo.
La forma más efectiva de atacar este tipo de impurezas es a través del uso de ácidos para regular el pH que además nos aportará otras ventajas, pero no podremos de manera general eliminarlas o minimizar su daño con el uso de filtros para riego.
En la entrada que haré sobre la importancia de regular el pH del agua desarrollaré este tipo de impurezas y las soluciones, pero debemos quedarnos con la idea general de que los filtros para riego no son el sistema más efectivo para eliminar estas impurezas.
Impurezas orgánicas
En esta sección incluyo todo lo que está vivo. Y que no lo veamos a simple vista no quiere decir que no esté vivo.
Este tipo de impurezas se convierte en un problema real y salvo con una actuación a conciencia y combinada con otras soluciones, no obtiene realmente una efectividad adecuada usando únicamente filtros de riego.
Precisamente por estar formadas por seres vivos, y alimentar a su vez nosotros a las plantas con "comida", estas impurezas orgánicas tienen generalmente un hábitat ideal para crecer y reproducirse en nuestra instalación.
Podríamos pensar que dentro de las tuberías no hay luz natural, y un alga no puede vivir sin luz. Pues estamos en un error ya que existen algas que no necesitan luz, sólo alimento y ciertas condiciones de temperatura.
También podríamos creer falsamente que al tener mucha presión, esto podría aplastar estos elementos. Lo siento pero no es así.
El método más eficaz para eliminar estas impurezas es usando químicos, que desarrollaré en otra entrada dedicada a ello.
Y no os podéis imaginar la veces que he oido: "si le he metido un montón de ácido nítrico".
Esta afirmación tiene sus verdades y sus mentiras.
El ácido nítrico (cuando se puede utilizar) es ideal para disolver los cristales de sal (la cal de toda la vida) gracias que tiene un poder acidificador interesante en relación a su coste y la seguridad en su manejo.
Por ello creer que si un ser vivo en un agua con un pH muy ácido muere, pues le meto ácido nítrico a cascoporro y funcionará.
Esa afimarción es una realidad pero tanto el coste de acidificar el agua lo suficiente para eliminar esta materia orgánica encarece demasiado nuestro coste operativo, como puede llegar a ser perjudicial para nuestro cultivo.
La solución se encuentra en nuestras casas: ¿Cómo eliminamos lo orgánico en la limpieza habitual? Con hipoclorito sódico=la lejía de toda la vida. Además existen otras soluciones adaptadas al riego como lo son el agua oxigenada (para que nos entedamos mejor), y otros derivados que contienen oxígeno y compuestos formulados específicamente.
¿Qué filtro de riego elegir?
Ahora que somos expertos en filtros, estamos en situación de elegir nuestro filtro para riego de manera eficaz.
Debemos tener en cuenta ciertos aspectos:
Pero vamos a irnos a un caso real:
Un cliente con filtro automático de malla de gran capacidad, tiene una fuente de agua con muchas arcillas disueltas en el agua. Aunque estas arcillas tienen un tamaño menor de 50 micras y pasan perfectamente a través del filtro del cabezal y del filtro que está integrado en los goteros, cumpliendo además con los requerimientos del fabricante que recomienda una filtración de 130 micras, observamos que con el paso de los meses los goteros se obstruyen.
Esto realmente viene dado porque aunque los filtro son muy efectivos, no siempre son la única solución a tomar.
En este caso, los goteros recibían una carga elevada de arcillas expansivas lo que generaba que una vez el agua se secaba dentro de las tuberías y los goteros, se creaba una capa que se quedaba adherida a las zonas en contacto.
No es que los goteros o el filtro no fuesen de calidad suficiente, es que no era la única solución que requería.
En este caso se optó por poner en marcha de nuevo una posfiltración de arena tras el filtro automático que tenía el cliente. De este modo las partículas de mayor tamaño eran rechazadas por el filtro de malla y las de menor tamaño por los filtros de arena, que además se dotaron de un medio filtrante más fino.
Mi opinión sobre los filtros de riego
Los filtros de riego son un elemento imprescindible en cualquier instalación.
Por ello debemos de invertir el tiempo y dinero suficientes para que este equipo proteja perfectamente toda la instalación.
Es nuestro seguro.
Estoy para ayudarte
No dudes en llamarme si tienes alguna duda o sugerencia.
Estoy de lunes a lunes, porque el campo no descansa.
Un abrazo.
El abuelo del riego.